El lugar se caracteriza por estar situado en lo alto colina del barrio de San Antonio de Etxebarri.
El solar, un rectángulo de 232 x 50 metros, se encuentra configurado en su límite Noroeste por largos bloques de viviendas. Justo en el centro del solar, donde el Estudio de Detalle prescribe las alineaciones del futuro edificio, este se abre hacia las vistas que por encima del ambulatorio se disfrutan del valle de Ibaizabal y los límites de Bilbao.
Así el proyecto queda definido por los siguientes elementos:
Un zócalo en planta baja que alberga los usos comunes de comedor, administración, gimnasio, almacén e instalaciones.
Una pieza de tres plantas gemelas que se apoya sobre el zócalo. Este volumen se orienta de tal forma que usos comunes y espacios de circulación disfruten de las vistas. Las aulas vuelcan hacia los laterales de solar y hacia las fachadas de las viviendas aislándose de ella con una sencilla doble piel de chapa estirada.
Arquitectónicamente se han diferenciado claramente las baterías de aulas del volumen de espacios comunes. Estos volúmenes están separados geométricamente por los espacios de circulación. Además, se acabarán con materiales distintos para así potenciar su diferencia.
Las aulas quedan embutidas en dos piezas de ladrillo cara-vista blanco filtrando la luz solar y las vistas mediante un juego de chapas estiradas de aluminio de diferentes colores. La carpintería queda retrasada de la fachada 1 metro. Esto nos permite la creación de unas pasarelas de limpieza de vidrios.
